La pintura acompaña la ausencia, señala MJ Kelly.
Un viaje melancólico a través del color. La ausencia se tiñe de azul. Saudade que evoca a una imagen mental, a una fotografía que en óleo ya no reconoce su origen. Eco prusiano que encuentra violencia en el oleaje, ahí donde la joven artista deja hablar al mar, entona de azul al cuerpo, al bosque, a la ciudad…
MJ Kelly sana las heridas del arrebato. Muerte y memoria. De su padre, el artista Phil Kelly heredó la pasión por el arte. El azul de Prusia se convierte en linaje melancólico y el padre-artista se transfigura en color.El azul de Prusia es el primer pigmento artificial de la época moderna. Fue creado accidentalmente en 1704 por el fabricante de colores berlinés Diesbach. Durante el Holocausto, las cámaras de gas de los campos de exterminio del nacional socialismo alemán, se tiñeron de ácido cianhídrico o prusiano, lo que reforzó el nombre del color.
El gesto, la mancha, la figura, el yo (de MJ Kelly, de los que ya no están y que a fuerza de trazo se hacen presentes). Vida y muerte. Un movimiento íntimo y extremo. La huella de las obras no es solo recuerdo sino autoafirmación. Naturaleza frente a la urbanidad. Tristeza sostenida. Batalla perenne contra el olvido. Migraña mitigada y literalmente ahogada en el mar…
Unir fragmentos de la memoria en un proceso liberador. La artista que llega a EM Art Gallery Café trabajará presencialmente y desde esa intimidad desvelada nos invita a sanar de manera colectiva.
Curaduría
Araceli Villarreal Vallín
Alfonso Miranda Márquez